Descripción
La N-Acetil-Cisteína (NAC) es una forma estable del aminoácido no esencial L-Cisteína.
La N-acetil cisteína es la forma de L-cisteína más utilizada y que es absorbida de la forma más eficaz.
Es un aminoácido azufrado que actúa como estabilizador para la formación de estructuras de proteínas, y también es un componente necesario para la formación de glutatión.
Como componente del glutatión, mejora la desintoxicación del hígado por lo que es un importante protector hepático.
Es un potente aminoácido antioxidante que nos ayuda a neutralizar los radicales libres y restos tóxicos, también es un protector cardiovascular, ayuda a quemar grasa y mejora los problemas articulares.
Principales efectos de la N-Acetil-Cisteína:
A) Protector hepático.
Forma parte del glutatión, el potente tripéptido protector del hígado que neutraliza los incontables compuestos que se sabe dañan el hígado.
B) Detoxificante.
Mediante una potenciación del glutatión, la N-Acetil-Cisteína mejora la desintoxicación en el hígado y en las células mediante la neutralización de ciertas toxinas, radicales libres y productos secundarios de los residuos metabólicos y hormonales.
C) Quelador de metales pesados.
La N-Acetil-Cisteína se une a metales pesados, ayudando así a su eliminación.
D) Antioxidante.
La N-Acetil-Cisteína, tanto sola como formando parte del glutatión, es un destructor muy eficaz de radicales libres.
También forma parte de la potente enzima antioxidante glutatión peroxidasa.
E) Protector cardiovascular.
A través de sus efectos antioxidantes, la N-Acetil-Cisteína puede prevenir la oxidación del colesterol LDL, un factor de riesgo conocido en la cardiopatía.
La N-Acetil-Cisteína también reduce significativamente la lipoproteína A, que parece constituir un factor de riesgo incluso mayor en la cardiopatía que el colesterol.
F) Mucolítico.
La N-Acetil-Cisteína destruye las uniones que explican la consistencia espesa del moco, ayudando así a su eliminación.
La N-Acetil-Cisteína rompe los enlaces de disulfuro tanto de las secreciones mucosas como de las mucopurulentas, logrando que sean menos viscosas (efecto mucolítico).
Este efecto se concentra sobre todo en la disminución de la viscosidad de las secreciones bronquiales, haciendo que sea más fácil la posterior expulsión.
G) Antiviral.
La N-Acetil-Cisteína aumenta los niveles de glutatión en las células infectadas viralmente con más eficacia que cuando se toma el propio glutatión.
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